La historia
Mi diario
Todo comenzó con el diario de viaje de una amiga allá por el año 2008. Me sorprendía que ya en pleno siglo XXI alguien siguiera disfrutando con el placer de escribir un diario personal de su propio puño y letra. Allí se plasmaban anécdotas, nombres de lugares especiales, pequeños recuerdos y algún que otro dibujo a lápiz de algún lugar guardado en la memoria.
Fué esta amiga quién me animó a tener mi propio diario de viajes. Yo era bastante reacio a empezarlo pues ya eran unos cuantos los viajes vividos en los que no había escrito nada, y ya casi tenía olvidados. Pero ella insistió tanto que un buen día Mss. Fogg me regaló un diario de viajes con un mapamundi como portada. Eso me tocó la vena sensible porque cuando veo un mapa mi cabeza empieza a imaginar sin control...
Así comencé a escribir mis propias vivencias, anécdotas y descripciones de los lugares que visitaba, así como algo que valoro por encima de todo y que casi siempre tendemos a olvidar: las sensaciones vividas justo en el momento y lugar en el que escribes en tu diario. Ese justo momento en el que por un lado te intentas evadir de lo que te rodea y tratas de plasmar por escrito justo eso mismo que te rodea.
Con el paso de los años ese diario se llenó de letras y dibujos y tuve que comprar otro diario. Y al cabo de otros pocos años, tuve que comprar otro. Los guardo bajo siete llaves.



El tema de los recuerdos escritos estaba solucionado pero..¿qué hacer con los recuerdos físicos, en papel?
¿Quién no ha guardado una entrada de algún monumento, o la factura de un restaurante que nos encantó o la etiqueta de una cerveza que nos pareció espectacular?
Para solucionarlo me compré otro maravilloso cuaderno con tapas grandes, donde ir pegando todos estos recuerdos que, igualmente, forman parte de nuestra experiencia vivida en el viaje.
Aunque las formas principales de comunicación hoy día sean los blogs o las redes sociales, siempre mantendré mis diarios para seguir sintiendo el placer de plasmar en papel las sensaciones del viajero, las cuales toman si cabe más valor cuando les echas un vistazo de nuevo al cabo de los años.
Escribir en lo alto de un acantilado mirando el mar o sentado en una terraza viendo el atardecer, no tiene precio. Y es justo en uno de esos momentos mágicos en los que nace la idea de Mr Fogg.
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Mis álbumes de fotos
Quien haya vivido algún tiempo en la época de las cámaras analógicas conservará sin duda como una reliquia algún que otro álbum de fotos. Y seguro que en más de uno conserva aquella foto de la familia con alguna cabeza cortada, o aquel atardecer espectacular que se te quedó guardado en tu retina pero que en papel no es más que una mancha borrosa y movida por la falta de luz, o la foto en pareja donde os veíais a a vosotros mismos guapísimos pero en papel uno tiene los ojos rojos y el otro la boca torcida. O qué decir de tu fin de semana espectacular donde gastaste un carrete de fotos y al revelarlo el fotógrafo te dice que el carrete está velado.
Estas y otras muchas anécdotas vividas hace tiempo con los míticos álbumes de fotos y cámaras analógicas son hoy día impensables, donde todo el mundo tiene un móvil de última generación con cámara de muchos megapixeles, palo de selfie, una cámara GoPro o similar para cuando haces deportes o una super cámara Reflex digital con todos los filtros, objetivos, soportes, trípodes habidos y por haber, para que no se te escape ningún detalle de lo que ven tus ojos.

Hoy día, quizá por tal cantidad de artilugios y tecnología disponible al alcance de todos, tendemos a perder la percepción de lo que eran las fotos hace un tiempo. Cuando sacabas una foto con tu cámara analógica y no podías ver el resultado in situ no sólo estabas tomando 'LA FOTO' de aquel lugar, sino que de alguna forma tratabas de captar lo único, lo especial, lo esencial de aquel lugar y aquel momento, de tu momento allí. Y por ello esperabas con altas expectativas el revelado de dicha foto. Tenías 24, 48 fotos de tu viaje habitualmente.
En el mundo digital en que vivimos se ha perdido dicha esencia de algun modo. Ahora tomamos cientos de fotos del mismo lugar, con distintas poses, con distintos ángulos, con distintas cámaras. Grabamos vídeos, hacemos selfies. Pero hemos perdido la magia, la ilusión de cuando tomábamos aquella foto analógica sin conocer el resultado final, y los que posaban guardaban silencio y se cortaba la respiración para salir bien en 'LA FOTO'. Recuerdo estos momentos con diversión, pero es justo reconocer también que el mundo digital ayuda, y bastante, a tener muchos y más variados recuerdos de tus viajes. Que seríamos ahora sin las benditas tarjetas de memoria.
Aquellos preciosos álbumes de fotos son también parte de nuestros recuerdos viajeros, de nuestro pasado, de nuestras vidas, y por tanto guardan también un poquito de Mr. Fogg. Y es por eso que he querido acordarme de ellos.

La web
En Internet hay decenas de páginas web y blogs de viajes.
Las hay profesionales como las de Paco Nadal o el Viajero Astuto, otras que empezaron de cero y se han convertido en muy importantes tanto por su contenido como por su calidad, como son El Rincón de Sele ó Viajes Chavetas y otras algo más pequeñas pero no por ello menos interesantes como Una Idea Un viaje ó Mochileando por el Mundo.
Estas pocas que comento y otras muchas nos han inspirado, ayudado y motivado a preparar y llevar a cabo más de un viaje, y seguro que seguirán así en el futuro. Y también nos han animado a comenzar nuestro propio rincón donde plasmar todas nuestras aventuras viajeras. A todas ellas y a otras muchas que no he indicado pero que seguimos, ¡muchas gracias!

Mr. Fogg como página web nace en el año 2016 como una forma de plasmar tanto visualmente como por escrito, de una forma estructurada, las distintas escapadas y viajes vividos a lo largo de los años de un grupo de amigos a los que les une la pasión y la inquietud por descubrir todo lo maravilloso que hay en cualquier rincón del planeta, ya sea en España o en cualquier parte del mundo.
El único objetivo buscado es tener un lugar donde plasmar la visión de nuestra pasión: VIAJAR.
No pretendemos competir con otras webs, que sin duda son y serán mucho más completas y mejores que ésta, sino contar nuestra experiencia propia, nuestras inquietudes, lo que ven nuestros ojos, lo que sienten nuestros sentidos, cuando viajamos.
Pretendemos aportar nuestro granito de arena a la comunidad viajera, con esta versión 1.0 de nuestra web.
Y si con ello ayudamos a alguien a animarse a viajar, mejor que mejor. De ahí nuestro lema:
Descubre, Viaja y Vive.